Año 5 Número 55 Ocubre 2007

Rodrigo de la Peña
Presidente del CCE


La nueva directiva del CCE busca desempantanar iniciativas, condensando sus programas en tres líneas de trabajo tendientes a subsanar problemáticas que inhiben el desarrollo del destino 

No obstante de los avances emprendidos por casi una década, el Consejo Coordinador Empresarial aún tiene cabos sueltos que unir, como reconoce su actual líder, Rodrigo de la Peña, quien busca la inclusión con organismos símiles y gobierno para concretar acciones en temas vitales, como el reglamento de uso de suelo de la mano del Implan, ponerle freno al colapso vehicular del Bulevar Kukulcán y concluir el Manual de Prevención de Desastres con el Banco Interamericano de Desarrollo y Nafinsa ante eventualidades meteorológicas y para gestar créditos para las micro, medianas y pequeñas empresas del Caribe mexicano.

Latitud 21.- ¿Cuál será el distintivo de tu gestión?
Rodrigo de la Peña.- En el Consejo hay mucha gente valiosa con experiencia, pero también hay muchos jóvenes con empuje, deseos de participar y conocimiento, quienes desean involucrarse, así que mi gestión será incluyente, para hacer una sinergia importante. Y al hablar de inclusión también pretendo amalgamar los lazos con otras cúpulas para generar fortaleza, a fin de tener mayores logros como sector empresarial, y también levantar la mano para trabajar junto con el gobierno.
L21.- Desde tu perspectiva, ¿cuáles han sido los logros y fracasos del CCE?
R. de la P.- Entre los logros yo catalogaría la fundación misma del CCE en 1998, con lo que se pudo conformar un organismo sólido y con la participación de todos los sectores económicos del Caribe mexicano, que han llevado a cabo importantes iniciativas para el beneficio común. Una de éstas fue la gestión y los estudios iniciales para la recuperación de playas. El CCE fue el primero en iniciar el proyecto, el que financió y realizó los estudios a un costo de 17 mdp y el que los encaminó a la Asociación de Hoteles de Cancún, y, claro, se concretó con el apoyo monetario del gobierno federal después de Wilma; pero esto no se hubiera podido hacer si no hubiéramos tenidos listos los estudios previos.
También se concretó el estudio urbanístico para el rescate de la imagen urbana del Bulevar Kukulcán; la rehabilitación del Bulevar Luis Donaldo Colosio, la reforestación y señalamiento carretero Cancún-Tulum.
En cuanto a los fracasos, aún con importantes avances el CCE reconoce cabos sueltos, como los proyectos Corazone y dentro del mismo la limpieza de la laguna Bojórquez, por mencionar algunos.
En lo que respecta a Corazone lo dejaremos un poco de lado. Reconocemos la importancia de reactivar el área, pero en el caso particular antes que nada se deben poner de acuerdo los empresarios involucrados y con intereses en la zona, quienes han inhibido cualquier tipo de iniciativa.
En cuanto a la limpieza del cuerpo lagunar nos interesa sobremanera. Hemos sabido de ocho a 10 proyectos presentados pero que no se han podido llevar a cabo por la falta de acuerdos entre las dependencias involucradas (Semarnat, Ecología municipal, Conabio). Por otro lado, está el tema financiero. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) recibió primero tres millones de pesos que provinieron de la sanción al hotel Riu, monto que ahora es de un millón 800 mil pesos pero no se ha utilizado en ningún proyecto.
Esperamos que la institución lo canalice a un proyecto, el cual el CCE está dispuesto a apoyar, pero queremos seriedad y ver la aplicación de los recursos.
L21.- ¿Cuáles son los problemas prioritarios a los cuales se abocará tu gestión?
R. de la P.- Anteriormente había muchos y muy grandes programas, pero en mi gestión trataremos de concentrarnos en los que son prioridad. Entre éstos tenemos los reglamentos de uso de suelo que emprenderemos de la mano del Implan, así como fortalecer a este instituto. Otro de los puntos es ponerle freno al colapso vehicular del Bulevar Kukulcán, y junto con pegado impulsar la creación de una Terminal de Transferencia que se ubicaría en el centro de la ciudad, específicamente en la zona de Malecón Cancún, en donde ya se tiene un terreno designado, para evitar que existan 12 rutas en la Zona Hotelera como en la actualidad y sea sólo una, para que de esta terminal salgan las otras, con ello evitaríamos los problemas viales.
Asimismo terminar el Plan DNIII con el Banco Interamericano de Desarrollo y Nafinsa, que han destinado un monto de cinco millones de dólares para diversas fases; la primera, actualmente en implementación, consiste en la etapa de encuestas para en caso de alguna contingencia hidrometeorológica se tenga un manual de crisis para el proceso de la recuperación de las empresas; la segunda fase será de capacitación empresarial en diversos aspectos, y la tercera el financiamiento a micros, medianas y pequeñas empresas para créditos con instituciones financieras no bancarias, además de buscar que tengan un seguro de prevención de desastres.
L21.- Ante la problemática que en sí vive la Zona Hotelera, ¿cuál es la postura del CCE en torno al ordenamiento del plan urbano y la sobredensidad hotelera e inmobiliaria?
R. de la P.- Lo más importante es apegarse a la legalidad, nuestra postura es respetar el derecho, porque hay un Plan Maestro que se debe acatar. Estamos en contra de los cambios de uso de suelo, ya sea para permitir mayores densidades o para cambiar su vocación, pero que quede claro que no estamos en contra del sector inmobiliario sino en el de mantener al destino como turístico. Es muy delicado que una gestión, ya sea municipal, estatal o federal, permita estos cambios sin que estén debidamente soportados. El CCE para ello realiza una concientización interna de sus miembros para respetar los reglamentos. Precisamente buscamos que el Implan sea autónomo monetaria y jurídicamente, que el dinero venga directamente de la administración y que esto quede listo en esta administración, para que ni el Cabildo ni otra instancia pueda cambiar los usos de suelo a discrecionalidad.
También hablamos con Fonatur, dependencia que en unos meses nos presentará un diagnóstico de cómo estaba planeado el desarrollo de Cancún y del tipo de infraestructura que se construyó con estos parámetros, y cuál es la situación actual para que observemos nuestra responsabilidad, al mismo tiempo para detectar si es necesario cambiar los ductos de drenaje u otras instalaciones porque tenemos más cuartos, y sean los empresarios quienes se hagan cargo de esos trabajos.
L21.- ¿Y con respecto a la propuesta de Fonatur de la creación de un fideicomiso para el mantenimiento de la Zona Hotelera tras el anuncio de su retiro?   
R. de la P.- Primero, a nosotros nos gustaría que Fonatur y Baja Mantenimiento y Operaciones (BMO) se quedaran, porque ambos han hecho un excelente trabajo, mismo que debemos continuar. Nos parece interesante e importante crear el fideicomiso cuando Fonatur se retire, aunque todavía no hay fecha para ello, todas las pláticas han sido informarles; el fideicomiso deberá ser un mecanismo para blindar el dinero que se aporte e impedir sus desvíos a otro tipo de obras de gobierno y garantizar el mantenimiento de Zona Hotelera. Para ello debemos capitalizar la experiencia y la infraestructura de BMO, que es una organización que sabe cómo hacer este trabajo.
L21.- ¿Cuáles son las estrategias a llevar a cabo en el corto, mediano y largo plazo?
R. de la P.-Tenemos nuestro plan de trabajo, el cual dividimos en comisiones.
La primera comisión es la de Planeación, que comprende como acción participar  en el Plan Estratégico Cancún 2030; fortalecer el Implan; participar en el POET de Benito Juárez y de los municipios conurbados; participar en el Plan Maestro de Vialidades y el Sistema Integral de Transporte.
La segunda comisión apoyará los proyectos de organismos asociados, como son: imagen urbana del Blvd. Kukulcán, rehabilitación de la zona centro, zonificación y programa del Sistema Lagunar Nichupté, mantenimiento y rescate de playas; creación de arrecifes artificiales y Parque Marino; sistema de administración y cobro ANP’s; rampa pública para embarcaciones y la licencia inmobiliaria.
La tercera comisión se abocará a la competitividad económica y tiene como acciones programas para elevar el nivel de calidad de los servicios turísticos; comisión de capacitación y empleo, manual de prevención de desastres naturales (al que han denominado DNIII empresarial); capacitación y consultoría financiera a PyMEs y la creación microfinanciera.
En la cuarta comisión se verá lo referente a la participación del CCE en los temas de fomentar y lograr la unión de los diversos sectores empresariales; participación en el CNET como Cetur-Caribe; organizar red de difusión con organismos socios; integrar modelo de buenas prácticas para organismos empresariales; lograr oficinas propias del CCE; mantener una estrategia de difusión y prensa; y difundir calendario de eventos.
La quinta comisión de Legalidad y Certeza Jurídica tendrá las estrategias de reformas a leyes, reglamentos y normatividad; mejora regulatoria municipal y estatal; administración de justicia pronta y expedita; promoción de la democracia como el clima ideal para el desarrollo de la sociedad.
La sexta comisión de Participación Social buscará: participación a través de ONG; activación física del deporte organizado y propiciar la difusión del Distintivo ESR (Empresa Socialmente Responsable).
L21.- ¿Cuál es su opinión en torno al liderazgo empresarial en el Caribe mexicano?
R. de la P.- Cancún es un ejemplo de liderazgo empresarial, éste es y ha sido trascendental, y es gracias a éste que se pudo concretar este destino, líder en el Caribe y con reconocimiento mundial, también de quienes laboran en las empresas; sin ellos lograr lo que hoy en día es Cancún no hubiera sido posible. (Alejandra Moncisbays).

 
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