Reportaje

por Latitud21 Redacción

Vientos de cambio ante desastres

La ONU advierte sobre el aumento en las pérdidas económicas provocadas por desastres y el riesgo que implica para el desarrollo y la sostenibilidad de las naciones 

El mensaje durante la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres 2017, que se realizó en Cancún con la asistencia de más de seis mil delegados de 189 países, fue directo. Si bien hay avances en materia de prevención y reducción en indicadores de pérdidas humanas, el aumento en pérdidas económicas pone en riesgo el desarrollo y la sostenibilidad global y de las naciones.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha disminuido la mortalidad debido a diversas amenazas naturales, pero se calcula que los desastres cuestan a la economía mundial unos 520 mil millones de dólares y obligan cada año a 26 millones de personas a sumirse en la pobreza. De esta última cifra, entre 1.5 y tres por ciento corresponderían a México.

En el foro de líderes, que encabezaron, como anfitrión, el presidente de México Enrique Peña Nieto y Amina Mohammed, vicesecretaria general de la ONU, se reconoció que existe el peligro de que las pérdidas económicas hayan alcanzado una magnitud tal que representan una clara amenaza para el desarrollo sostenible. Se calcula de manera conservadora que en los últimos 10 años solo las pérdidas directas ascienden a mil 400 billones de dólares.

La reunión global en Cancún no fue casual, pues se eligió América para este fin al ser la segunda región más afectada por huracanes y otros fenómenos (después de Asia) y a México por ser líder en el tema, junto con el principal destino de playas del país y América Latina, dos veces devastado por fenómenos hidrometeorológicos de los que ha logrado resurgir: Gilberto, en 1988, y Wilma en 2005.

La Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres, reconocida por la Asamblea General de las Naciones Unidas, se realizó ya en cinco ocasiones desde que ocurrió el tsunami del océano Índico, el cual cobró la vida de 230 mil personas y fue una catástrofe que impulsó importantes mejoras en las alertas tempranas, la preparación y la gestión de desastres.

Es el foro principal a nivel mundial para el asesoramiento estratégico, la coordinación, el desarrollo de asociaciones y la revisión de los avances en la implementación de instrumentos internacionales sobre la reducción del riesgo de desastres. Se estableció en 2006 y ahora es la principal reunión mundial de partes interesadas comprometidas con la reducción del riesgo de desastres y la construcción de la resiliencia de las comunidades y naciones.

Es la primera vez que el foro internacional más importante dedicado a la agenda de reducción del riesgo de desastres se celebró fuera de Ginebra, Suiza, y fue la primera oportunidad para que la comunidad internacional revisara los progresos globales en la implementación del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, el cual se adoptó en Japón en 2015.

RÁFAGAS FUERTES

La adopción del Marco de Sendai, suscrito hace dos años en Japón, es un logro extraordinario, la culminación de tres años de consultas con los gobiernos y la sociedad civil en todas las regiones, y el fruto de 10 años de aprendizaje a partir de su plan predecesor, el Marco de Acción de Hyogo. Ante las primeras acciones se logró reducir la mortalidad en el caso de ciertas amenazas. La posibilidad de que ocurra un mega-desastre también disminuyó en muchos países, gracias a que ahora se cuenta con instituciones más fuertes, marcos de políticas y leyes sólidas, un mayor grado de preparación, mejores sistemas de alerta temprana, una mayor compresión sobre el riesgo de desastres, más participación de la sociedad civil y un mayor grado de rendición de cuentas por las amenazas que ocasiona el ser humano”.

PÉRDIDAS ECONÓMICAS=POBREZA 

“Sin embargo, las pérdidas económicas van en aumento y esto no es nada acertado si se desea lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una serie de cálculos recientes estima que los desastres cuestan a la economía mundial 520 mil millones de dólares anuales y estos obligan a 26 millones de personas a sumirse en la pobreza. El reto radica en la forma en que vamos a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible si las pérdidas económicas anuales que ocasionan los desastres pueden eliminar de un día para otro todo el Producto Interno Bruto (PIB) de un país de bajos ingresos y obligar a millones de personas a perder sus hogares. Por ejemplo, Haití perdió el 120% de su PIB debido al terremoto de 2010, así como el 32% como resultado del huracán Matthew, en octubre pasado. África, las Américas, Asia, Europa, el Medio Oriente y el Pacífico acordaron y adoptaron diversos planes para implementar el Marco de Sendai, centrándose en un cambio de paradigma para pasar de la gestión de desastres a la gestión del riesgo de desastres, a fin de avanzar en la consecución de las metas establecidas en el Marco de Sendai, lo que incluye la reducción de la mortalidad y de la cantidad de personas que resultan afectadas por los desastres, la reducción de pérdidas económicas y de daños a infraestructura crítica”.

AGENDA 2030

“Estas estrategias son esenciales para el éxito general de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, ya que permiten tomar medidas focalizadas para reducir el grado de exposición y vulnerabilidad de las comunidades de bajos ingresos, así como una mayor integración de la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres en el plano nacional y local”.

GRANDES RETOS

El progreso en la materia es sobresaliente, pero todavía existen grandes retos. Nuestros compromisos compartidos son sumamente urgentes.

“La naturaleza multipartita de la reunión fue la oportunidad de compartir y aprender unos de otros, fue un impulso a los esfuerzos para hacer de este un mundo más seguro y más resistente. Se revisaron los desafíos para poner en marcha estrategias nacionales y locales para la reducción del riesgo de desastres para el año 2020 como lo requiere el Marco de Sendai. Vamos a ver cómo podemos aprender de las mejores prácticas para integrar la acción sobre el clima y el riesgo de desastres para que los esfuerzos de reducción de los mismos apoyen el logro global de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente los esfuerzos para reducir la pobreza”.

Se lanzó en este Marco una importante iniciativa mundial para mejorar la generación y el uso de alertas tempranas contra los fenómenos meteorológicos extremos, terremotos y una serie de peligros en cascada, la Alerta Temprana Multi-Hazard, para construir sociedades más resilientes.

“Perdí a mi pareja en el tsunami del océano Índico en 2004 y sobreviví con graves heridas al sujetarme a un árbol durante ocho horas. Recuerdo la agonía de los niños que escuchaba llorar pidiendo ayuda y luego caer en silencio mientras eran barridos por las aguas.

“Fueron necesarias dos horas para que las olas generadas por el terremoto golpearan las costas de Tailandia. En esas dos horas muchas vidas de niños y bebés podrían haber sido salvadas.

“Los desastres naturales pueden ocurrir en cualquier lugar. La diferencia entre 2004 y hoy es la tecnología de telefonía móvil. Es necesaria una acción concertada para asegurar que los beneficios de los avances tecnológicos y de las comunicaciones lleguen a todos los países, regiones y comunidades.

“La Conferencia de Alerta Temprana Multi-Hazard: salvar vidas, reducir las pérdidas, apuntó a hacer precisamente eso. Se acordó un plan de acción para un enfoque integral centrado en las personas, que reúna a los servicios meteorológicos, hidrológicos, marinos, geofísicos, de desastres y salud, al sector de las TI y las comunicaciones y otros actores importantes, especialmente organizaciones de base y comunidades locales”.

La fundación que preside, Happy Hearts, abrió hasta ahora 162 escuelas en 10 países para ayudar a los niños que perdieron familias y hogares al sufrir desastres.

SUBRAYAR LA PREVENCIÓN

La lección más importante que en materia de desastres hemos aprendido es la necesidad de actuar en forma preventiva. Nuestro país tiene una posición geográfica privilegiada con dos millones de kilómetros cuadrados, pero al mismo tiempo enfrenta y está expuesto a un gran número de amenazas y riesgos. En los últimos cuatro años  enfrentamos  al menos 166 situaciones de desastres, en los encuentros con participantes en esta reunión explicamos los avance de México en materia de gestión del riesgo de desastres y de protección civil, lo que nos permite ir fortaleciendo y consolidando nuestro sistema de protección civil e implementar protocolos únicos para fortalecer la gestión del riesgo ante el desastre, como el Atlas Nacional de Riesgo, el Sistema de Alerta Temprana, que además impulsamos durante la celebración de la COP-21, aprobado en los Acuerdos de París”.

PLANES DE ACCIÓN

“Reforzamos la Red Sísmica Mexicana para instrumentar la medición de los fenómenos, generar conocimiento y fortalecer los reglamentos de construcción y sistemas de alerta temprana, el Plan MX, que es el sistema de coordinación nacional que existe entre todos los órdenes de gobierno y  diferentes instituciones del Estado mexicano, con participación del sector privado, de organizaciones de la sociedad civil, como Cruz Roja, entre otras, para hacer equipo, hacer frente común, actuar a tiempo a partir de tener información, alertar a la población y prevenir, además de los Planes DNIII y Plan Marina, en el que participan las fuerzas armadas. También está el proyecto de la Norma Oficial Mexicana (NOM) Atención de Turistas ante Emergencias, que establecerá los criterios y estándares para atender a los turistas en emergencia”.

Desde la adopción del Marco de Sendai en 2014 trabajamos en su adaptación con la finalidad de sentar las bases que en los próximos 15 años nos guiarán a una reducción sustantiva del riesgo de desastres y la construcción de una sociedad resiliente en el mundo. Es claro que los desastres no reconocen fronteras, para hacerles frente debemos reforzar la vinculación entre los sectores público y privado, organizaciones no gubernamentales y académicas para el beneficio de todos los habitantes, indígenas, niños, mujeres y poblaciones vulnerables, tenemos que ir del compromiso a la acción”.

ESCENARIOS EN EL PAÍS

“Ante el inicio de la temporada de lluvias y huracanes, en la que se pronostican 27 ciclones tropicales, se han generado más de 20 escenarios de riesgo de inundación en zonas urbanas, que ayudan a evitar situaciones de peligro, determinar refugios temporales y fijar las rutas de evacuación. “Trabajamos en coordinación con la Comisión Nacional del Agua no solo para la emisión de alertas, sino también para revisar y establecer medidas preventivas específicas en cada entidad federativa.

Se desarrolla, con el respaldo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las secretarías de Comunicaciones y Transportes  y de Marina, el primer proyecto para la señalización de riesgos de tsunami en ciudades de la costa del Pacífico, y a través del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) se desarrolló el análisis de exposición para cada uno de los municipios del país y el de susceptibilidades altas y muy altas en laderas, que es un tema que nos debe preocupar a los mexicanos. Esto, como apoyo a las medidas preventivas que deben implementar las autoridades locales. De igual manera se firmó un convenio de coordinación entre la Coordinación Nacional de Protección Civil y el Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de Trabajadores. Ello permite acceso oportuno a una línea de crédito para quienes laboran en zonas afectadas por un desastre, incentivando la rehabilitación de la economía y la recuperación de sus bienes.

ATLAS DE RIESGO 

En el marco de la Plataforma Global se lanzó un atlas interactivo histórico que expone las amenazas ocultas que plantean los peligros naturales en las economías nacionales y en los centros urbanos de los países.

El Informe de Evaluación Global Atlas de Riesgo (Atlas GAR), se basa en un esfuerzo plurianual de un consorcio de instituciones científicas líderes coordinadas por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgo de Desastres (UNISDR) y proporciona una visión global de dónde y cómo el desastre riesgo puede socavar el desarrollo. Estima la probabilidad de pérdidas futuras por desastres en el medio ambiente construidos por cinco grandes peligros -terremotos, tsunamis, inundaciones de ríos y ciclones tropicales, más vientos y oleadas de tormenta- para cada país y territorio en el mundo. “Esta es una herramienta crítica para crear conciencia de riesgo en los niveles que queremos”, dijo la Sra. Maryam Golnaraghi, directora de Eventos Extremos y Riesgo Climático de la Asociación de Ginebra, el principal grupo internacional de expertos en seguros.

El Atlas GAR se lanzó en versión online, una aplicación y un formato de impresión de edición limitada que contiene iconos de realidad aumentada que lo vinculan a su aplicación complementaria, GAR para Tangible Earth.

Tangible Earth, desarrollado por el Programa de Alfabetización de la Tierra con sede en Japón, es el primer mundo digital interactivo del orbe que presenta diversos procesos de la Tierra y datos globales como el tiempo, en tiempo real, terremotos y tsunamis o variaciones climáticas.

RESILIENCIA TURÍSTICA

En el marco de la Plataforma Global se realizó el conversatorio Desarrollo de la Resiliencia Turística, ‘construcción de comunidades seguras y resilientes’.

Richard Campbell, jefe de la sección de cultura y turismo de la Organización de Estados Americanos (OEA), habló sobre la importancia de la prevención de desastres en particular en destinos o ciudades turísticas de la región. Reconoció que en América Latina los desastres en promedió representan un costo del orden de los seis mil millones de dólares adicional a los daños que genera la pérdida de vidas y el retroceso en el desarrollo. Asimismo, subrayó que los viajes de turismo representan el nueve por ciento del PIB en el continente americano y 15% en los países del Caribe en su conjunto. “Este Conversatorio Desarrollo de Resiliencia Turística nos permite crear alianzas para trabajar en conjunto y aprender de las experiencias de otros países”, expresó.

BASE OPERATIVA

  • Arturo López Portillo, director de Reducción de Riesgos de la Asociación de Estados del Caribe, detalló su experiencia ante fenómenos naturales en la región, que les ha permitido establecer métodos de recuperación en las zonas afectadas. “Las tres primeras cosas que se deben hacer según los cánones son: establecer las necesidades de la población en lo inmediato, con descripción general de los daños por sector incluido el turismo. La gente es la primera prioridad, después la evaluación del daño físico, para lo cual existe una metodología de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), que se utiliza no solo en el Caribe sino en todo el mundo, y finalmente viene la  evaluación de la respuesta. Es necesario en el proceso la participación del sector turismo, las responsabilidades en participación de desastres ya no son solo de protección civil sino de oficinas sectoriales, es decir, el sector turismo debe tener su área de protección civil, así como educación, salud, etc.”.
  • Marisol Vanegas, secretaria de Turismo de Quintana Roo, externó que la naturaleza y el clima une a la región del Caribe, “pero además compartimos un código imaginario sobre el turismo, donde reconocemos que debemos mantenernos unidos para ser cada vez más sólidos, no solo por competir, sino porque somos una región que después de muchos años debe aprender a caminar junta y compartir experiencias que nos hacen mejorar, buscando una clave que tenga una relación muy cercana entre la seguridad y la calidad de vida. Resiliencia será uno de los grandes temas que nos acompañen en el futuro inmediato, pues debemos aprender a recuperarnos pronto, aprender a hacer que nuestros activos estén en vigor y funcionando lo más pronto posible una vez que tengamos un fenómeno o aun sin tenerlo, tener la capacidad  de recuperar los recursos naturales lo más pronto posible y que estén en las mejores condiciones.

“Tener refugios en el caso de las zonas donde hay impactos importantes, que funcionen, que sean polifuncionales, que sean como escuelas y tengan esta doble facilidad; contar con fondos para el desastre, crear en coordinación con otras dependencias fondos que permitan hacer frente  a las contingencias, crear comités de gestión de desastres y agencias de respuesta; en el caso de Quintana Roo tenemos el sistema de búsqueda de turistas para caso de emergencia, que está vigente y será uno de los instrumentos importantes en las situaciones de dificultad si las tuviéramos”.

  • Francisco Domínguez, ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales  de República Dominicana, externó que “este país depende ampliamente del turismo, es el tercer país de América Latina con mayor recepción de turistas, con más de seis millones de paseantes y un crecimiento del orden del siete por ciento anual. Por eso es importante el conversatorio sobre la resiliencia turística y las medidas que debemos tomar de cara a lo que nos espera. Todos sabemos que el mundo tiene y experimenta grandes cambios que incluso han acelerado una serie de fenómenos, como altos niveles de lluvia, posibles huracanes y otros procesos más que nos golpean, y por eso se requiere con base en la experiencia tomar en consideración varios temas, como el manejo de aguas residuales, la protección de corales, que son fundamentales para lo que implica la conservación de las playas, la erosión de arenales, el sargazo, la necesidad de comenzar a experimentar nuevas experiencias con el involucramiento del sector privado y las alianzas del sector público-privado; la reforestación en las cuentas hidrográficas, tema de residuos sólidos y un plan de ordenamiento territorial-ambiental, entre otros. Si no trabajamos en el equilibrio puro de la naturaleza será difícil hacer frente a las amenazas”.