Un atractivo turístico poco aprovechado

por Latitud21 Redacción

Hace unos días recibí la noticia de que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y Green Jay Mayan Birds publicaron una Guía de Aves de la Laguna Nichupté, con una descripción de 78 de las 160 especies que se han encontrado en el área de Protección de Flora y Fauna Manglares de Nichupté.

Y traigo a colación esta muy buena noticia para referirme al título de este artículo; en Cancún tenemos un atractivo muy importante que desde mi punto de vista se encuentra subutilizado en materia de turismo sustentable.

No me refiero al flujo de embarcaciones en la laguna, ya que todos los días cientos de ellas cruzan sus aguas para realizar actividades turísticas que van desde el Jungle Tour, los barcos piratas, recorridos y cenas para ver el espectacular atardecer que nos ofrece, entre otras muchas actividades.

Me refiero más bien a la valorización que le hemos dado a este maravilloso ecosistema que tiene uno de los reservorios de manglares más importantes de nuestro Quintana Roo, y sobre todo lo que vale la pena reflexionar en este mes de febrero en el que se celebra el Día Mundial de los Humedales.

Bien es cierto que Cancún es siempre reconocido, promovido y envidiado por el azul de su mar, por su arrecife mesoamericano, por la posibilidad de despertar y tener a nuestros pies esa maravillosa arena, y realizar actividades en el Caribe. Pero Cancún es mucho más que eso, y la Laguna Nichupté es un ejemplo importante.

Hemos hablado en este espacio acerca de que el turista que nos visita está cada vez más interesado en realizar actividades cercanas a la naturaleza, que debemos diversificar nuestra oferta y proponer productos turísticos enfocados a estos nuevos turistas con necesidades puntuales.

La publicación de la Guía de Aves es solo un punto de partida que debemos aprovechar para “redescubrir” esa maravilla que tenemos a las espaldas de los grandes hoteles, y que se llama Laguna Nichupté.

¿Se imaginan poder tener recorridos especializados para observar estas aves? ¿O para conocer de cerca los manglares, sus características y funciones? ¿O para observar cocodrilos y otras especies que habitan en este maravilloso lugar? ¿O incluso posicionar la zona para los amantes del fly fishing?

Todas estas actividades de bajo impacto ambiental generan una derrama económica mucho mayor a la que hoy tenemos por el uso que damos a la laguna, nos permiten posicionarnos con públicos especializados que generalmente pertenecen a clubes importantes en sus lugares de origen y, sobre todo, pueden posicionar al destino como un sitio donde se realiza también turismo sustentable.

Felicidades a quienes integraron la guía, pero en especial felicidades a aquellos cancunenses y turistas que hemos descubierto que los manglares son sitios de gran valor ambiental y turístico, si los gestionamos de forma adecuada.