Transformar educando

por Latitud21 Redacción

Desde 1997, la asociación civil  ha dejado huella en los 23 mil pobladores de  Akumal, Puerto Aventuras y Chemuyil a través de la capacitación continua

A lo largo de 17 años de Transformar Educando los resultados de esta asociación civil no podrían ser mejores: más de 23 mil  habitantes de las comunidades de Puerto Aventuras, Chemuyil y Akumal obtuvieron beneficios a través de sus programas de capacitación laboral, talleres y asesoría psicológica.

La idea, que surgió en 1995 apoyada por el empresario Óscar Constandse, y con el impulso de Gloria Calderón, comenzó a operar dos años después en una bodega improvisada. Al día de hoy Transformar Educando busca  institucionalizarse tras años de arduas batallas por conseguir recursos y mover la conciencia de colonos, funcionarios y el empresariado mismo.

“Óscar estaba siempre preocupado por la educación de los niños de la Riviera Maya. Le propuse que nos organizáramos en una asociación civil para que de una manera ordenada pudiéramos prestar un mejor servicio, y acudimos en ese momento a Román Rivera Torres quien desarrollaba Puerto Aventuras”, comenta Gloria Calderón.

“Así fue como comenzamos en 1997, en una bodega sin baños y con niños de 10 a 14 años, quienes recibían clases de educación básica. También ofrecíamos talleres especiales de alfabetización a mujeres”, agrega.

Irónicamente la ayuda económica llegó del exterior. “Cuando apenas comenzábamos a constituirnos se unió a nosotros una española que se enamoró del proyecto y al regresar a su país creó una ONG, llamada “Ayuda a la Mujer Indígena”, para respaldar expresamente a Transformar Educando”, explica.

Gracias a este gesto internacional recibieron el primer recurso de 38 mil euros para construir en 2002 el Centro de Educación Comunitario de Puerto Aventuras, en un terreno cedido por el Ayuntamiento de Solidaridad. Posteriormente iniciaron las gestiones para dar forma al segundo centro comunitario en Akumal.

“El primero fue el de Puerto Aventuras, que lo construimos en el 2002, pero lo habíamos abierto desde 1997. Luego mientras construíamos el de Akumal, el ingeniero Óscar Constandse y el licenciado Carlos Ortiz donan un terreno en Chemuyil donde creamos la escuela-taller textil. Fue en 2008 que terminamos el centro de Akumal e iniciamos ese mismo año”,  explica Calderón.

Totalmente comprometidos a mejorar las condiciones de vida de los habitantes de los poblados donde comenzaron a tener presencia, los programas de Transformar Educando comenzaron a multiplicarse.

“Nos dimos cuenta que el 99% de las mujeres había sido agredida física, verbal y emocionalmente, por lo que era necesario montar un programa de atención psicológica, esto nos llevó a conformar nuestros tres pilares: el programa de educación, de capacitación laboral y el de psicología social y comunitaria”, expresa Óscar Constandse.

Transformar Educando logró conformar una escuela-taller textil en Chemuyil para extender su presencia en tres comunidades, donde además se ofrecen clases de computación, inglés y nuevas tecnologías.

Producto de la constancia, durante 2013 los diferentes programas beneficiaron a 825 personas en Puerto Aventuras y 450 en Akumal. Sin embargo, impacta a más de mil 600 personas tomando en cuenta la ayuda que cada personas capacitada representa para su familia.

“Es muy triste decirlo, pero logramos mucho más apoyo por parte de España que del gobierno de México, la iniciativa privada o la gente misma que vive en la zona turística. Me refiero a los habitantes de la parte turística de Puerto Aventuras y Akumal; no hay prácticamente ninguna respuesta de la Asociación de Colonos, tampoco de la Asociación de Hoteles. En cambio tenemos casos como el de un señor francés que vive en Puerto Aventuras y empresas como Dolphin Discovery que nos han dado apoyo para consolidarnos”, explica Óscar Constandse.

Tras someterse a una evaluación integral de su funcionamiento, Transformar Educando asume nuevos retos a través de un programa de empoderamiento con Fundación ADO, así como el fortalecimiento del taller textil, para que las mujeres puedan comercializar sus productos a través de la conformación de una cooperativa.

“En los tres  lugares tenemos espacio suficiente para crecer y vamos a concentrarnos en eso y a consolidar. Creo que hay muy pocas instituciones en Quintana Roo con 17 años de  funcionamiento continuo”, concluye Constandse.

 

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