Leyes para el Turismo… ¿Hay falta de incentivos?

por Latitud21 Redacción

Necesito compartir con mis ocho lectores mi desbordante entusiasmo, por el hecho de haber arrancado en días pasados mi primer programa Al Buen Entendedor… por televisión vía Internet, por ahora, y según me han informado mis promotores de México News Network muy probablemente en televisión abierta en un futuro cercano. Así que ya imaginarán, andamos como niño con juguete nuevo…

Y traigo esto a colación porque además de presumirlo como “Indio Novedoso”, como dice un buen amigo, pues resulta que el segundo programa de la serie que recién iniciamos se tituló justo como esta columna de hoy, Leyes para el Turismo, o mejor dicho falta de leyes o incentivos para esta actividad. Así que entremos en materia.

Hace muchos años que pienso que esta industria nuestra anda como decimos con el piloto automático, funciona casi de milagro;  y lo he dicho y escrito mucho, nos va de lujo a pesar de las barreras y obstáculos que nos impone el mismo sistema y gobierno que tanto se vanagloria de nuestros logros.

Me explico con un ejemplo contundente a continuación:

El año pasado nuestro querido México sufrió, aunque nos duela mucho decirlo y recordarlo, de tremendas calamidades que fueron tristemente noticia mundial. Asesinatos, desapariciones y fosas clandestinas. La inseguridad hizo presa de muchos mexicanos en todo el país.

La economía no creció como se esperaba y el gobierno parece ir dando tumbos en materia de desarrollo económico, y por si fuera poco cayó irremediablemente el precio del barril de petróleo, y el peso se devalúa desde hace varios meses dejando un escenario macro económico lamentable.

Sin embargo, en medio de todas esas calamidades el turismo no solo se mantuvo exitoso sino que creció. Cancún y La Riviera Maya tuvieron ocupaciones históricas y prácticamente no hubo temporadas bajas; Los Cabos y Puerto Vallarta, si bien no presentaron el mismo éxito que el Caribe mexicano, tuvieron buenos números, con la triste salvedad del huracán Odile que golpeó Baja California Sur, pero que a pesar de ello el destino se recompone y tiene grandes expectativas para este año.

Podríamos decir,  y sin embargo se mueve…

Sí, la industria turística se mueve, porque es una actividad noble, que genera empleos, riqueza, que se beneficia aún con la devaluación del peso y que proyecta una imagen positiva de México a pesar de que políticos, funcionarios y especialmente legisladores miopes no se den cuenta de ello.

Se imaginan mis ocho lectores lo que sería del turismo… Si hoy crece sin ayuda y sin apoyos gubernamentales, lo que sucedería si recibiera incentivos ¿?…  El crecimiento sería exponencial.

Pero es que entre políticos nunca se quiere hablar de turismo, lo usan solo como un discurso, para promoverse, para viajar a costa del erario; el turismo no está en ninguna cartera, en ninguna agenda, en ninguna iniciativa, el turismo No es una prioridad nacional ni aquí ni en ningún país de Latinoamérica, y reto a cualquier político a que me demuestre lo contrario.

Y es por ello que no tenemos leyes que fomenten e incentiven la actividad turística. Los grandes empresarios e inversionistas desarrollan hoteles, parques temáticos y otros escenarios de ocio porque cuentan con gran capital y logran éxito eventualmente a pesar de las barreras y obstáculos que impone el gobierno, el sistema y la burocracia, justamente porque cuentan con capital de riesgo, y porque el turismo crece mundialmente, mientras que los micro y pequeños están destinados al fracaso ante la falta de esquemas de fomento, aunados al lamentable lastre de la ineptitud, la ineficiencia gubernamental y la corrupción.

No hay una sola Ley que fomente o incentive el desarrollo de nuevos productos turísticos, que estimule la inversión y el deseo de emprender en los posibles nuevos inversionistas. Hay Leyes sí, que regulan, norman e incluso benefician de alguna manera a la actividad, pero poquísimas que fomenten e incentiven, entre ellas la Tasa Cero, para grupos, convenciones e incentivos, que está en peligro de extinción.

Discuten y discuten cosas sin sentido, se devanan el seso los congresistas en propuestas que poco beneficio traen para la actividad turística y no se dan cuenta del fondo del asunto, Hay Que Incentivar A Esta Actividad.

Pero no solo para hacer nuevos hoteles de cinco estrellas o para traer más inversiones españolas que poco tributan y generan a México, sino para que los pequeños empresarios puedan ser exitosos, los egresados de universidades puedan emprender negocios, los Pueblos Mágicos dejen de ser solo un sitio para tomar fotografías y se conviertan en destinos turísticos que obtengan derrama económica producto del turismo.

México lo tiene todo y crece día con día a pesar de la falta de legisladores y políticos con visión.