En la 21 y otras latitudes • Septiembre

por Latitud21 Redacción

¡Vaya apuesta!

¡A darle que es mole de olla!, pues se trata nada menos que de una inversión programada de cinco mil millones de pesos que los consorcios Waldos Dolar Mart y Wisión pretenden invertir en el Sureste mexicano, desde luego incluyendo a la “joya de la corona”, Quintana Roo, para abrir en el lapso de dos años al menos 160 tiendas de sus marcas.

Parece que la región cada vez se vuelve más apetecible que un trozo de pastel, y quizá querrán adelantarse al Dragon Mart, ya que entre los  proyectos previstos para la zona está un centro logístico para distribuir mercancías importadas de China, India, Taiwán, Corea, entre otros países asiáticos, y distribuirlas en tiendas de autoservicio que abrirán en esta entidad, los vecinos Yucatán y Campeche, además de Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz.

Para obtener la mejor rebanada, la firma Waldos Dolar Mart, originaria de Illinois y especializada en venta de productos al detalle, se fusionó con Grupo Wisión, a fin de aterrizar cuatro marcas en la zona: Exprezión, tienda de accesorios para damas; Eleczión, que se especializa en la venta de ropa; Café Mir, que tiene café 100% mexicano, y Waldos Dolar Mart, que comercializa artículos de importación con un precio máximo de 20 pesos.

Y aunque el nicho no va muy de acuerdo con la intención de hacer de esta entidad y sus principales centros vacacionales un destino de compras de lujo, es la tendencia, y prueba de ello son los 700 puntos de venta en México de Grupo Wisión, que dirige Javier Sarro Cortina, y que, luego del hermanamiento, la idea es llegar en dos años a 860 establecimientos en el territorio nacional.

A la una… a las dos y…

Será mañana o pasado mañana, el lunes o el martes, será cualquier día, en cualquier instante… cuando se haga realidad el plan de expansión del empresario sinaloense Ernesto Coppel Kelly, quien en anteriores  ocasiones, la más reciente en octubre del 2013, habló de su intención de incursionar en el Caribe mexicano con su marca hotelera Pueblo Bonito, que hasta ahora tiene en su haber unas dos mil 150 llaves.

Coppel Kelly está más que instalado en destinos del norte del país, particularmente en Mazatlán -su lugar de origen-, pero sobre todo en Los Cabos, Baja California Sur, en donde es dueño y señor con sus hoteles, que dicho sea de paso dan un sello de distinción a la industria del hospedaje por aquellos lares, aunque no quiere perderse el éxito turístico en este extremo del país.

Esto viene a colación porque el empresario desembolsará una importante cantidad para participar en forma directa en el plan presidencial que contempla la construcción de 20 parques públicos en todo el país, al hacerse cargo del desarrollo de uno de ellos, que como imaginamos deberá ser espectacular y obviamente requerirá de una módica cantidad.

Haciendo números, en aquella ocasión en la que dijo haber puesto ya sus ojos en Cancún y Playa del Carmen para adquirir al menos cuatro hoteles habló de un monto de inversión de hasta 500 mdd.

Habría que pensar hasta dónde el proyecto del parque, que ya se vislumbra como el Central Park de Mazatlán, pueda repercutir en sus ahorros para el plan en el ámbito del desarrollo hotelero, pues alcanzará los dos mil 340 mdp, que desde luego no serán recursos directos del empresario pero sin duda tendrá que dar un pellizco a sus ahorros -que para su fortuna tal vez no signifique mucho-, pero evidentemente el plan requerirá de toda su atención y su tiempo.

Nuevo rumbo

Se anuncian vientos de cambio, pues el Grupo Dolphin Discovery, de Eduardo Albor, da vuelta al timón y anuncia nueva locación para el delfinario número 15 de la marca -catalogada como la más grande en nado con delfines del mundo- en México y el Caribe, la cual se ubicará en la isla de Saint Kitts.

Muy pendientes del desarrollo del consorcio, el proyecto inicial para el decimoquinto de la lista se proyectaba para República Dominicana, en Punta Cana, aunque hubo algunos ajustes, y para no detener la inercia de crecimiento del  grupo se vislumbra esta nueva locación, que si bien es la primera en esa isla no así en la región del Caribe, donde ya tiene presencia en Gran Caimán, Tórtola y Anguila-St. Maarten.

El anuncio se hizo con bombo y platillo en la capital del país, donde el Fideicomiso de Promoción Turística de la Riviera Maya presentó ante medios nacionales “Lo nuevo en Cozumel-Riviera Maya”, y ahí Dolphin pasó lista de asistencia.

Bien dicen que hay que cacarear el huevo, y el momento se aprovechó para destacar los logros y alcances de la empresa, que cuenta al momento con 14 delfinarios, cuatro parques-marinas, 142 delfines, mil 200 asociados y casi cinco millones de visitantes, cifra que refrenda su liderazgo.

Se habló también de la certificación de locaciones, proyectos que se realizaron durante los primeros meses del año, pero también del plan para el 2015, que será un año especial ya que en el marco del 20 aniversario del consorcio Dolphin realizará a lo largo del periodo eventos para los diferentes públicos y en diferentes temas, que se irán descubriendo poco a poco.

Bola cantada

Paso a pasito llegaré, dice la canción… y es así como Vía Delphi logró su objetivo, y resulta por demás interesante la transacción que alcanzó finalmente el consorcio, que dirige Rodrigo Constandse, para sumar a sus activos el Acuario Interactivo que opera desde hace ya varios años en Plaza La Isla Shopping Village, dicho sea de paso uno de los centros comerciales con más concurrencia en el destino.

Conscientes de la importancia del lugar, en locación más que estratégica, Vía Delphi buscaba desde 2008 hacerse de este sitio, sin llegar a un acuerdo en ese entonces, pero  ahora, seis años después y en un periodo que no excedió los 60 días, se cerró el trato, el cual se cifró en unos 11 mdd.

La adquisición, que podría llevar por nombre Delphinus Acuario Interactivo,  cayó como anillo al dedo a Vía Delphi, pues como parte del proceso de remodelación del que fuera el hotel Dreams Cancún, próximamente Hyatt, el delfinario que operaban ahí estará un tiempo fuera de circulación, aunque afortunadamente el contrato continuará con la nueva firma hotelera, pero la nueva locación permitirá mientras tanto cubrir los nados que tenían contratados con antelación.

Será al término de la temporada de verano cuando inicie por parte del nuevo dueño un proceso de mejora, una manita de gato pues, para cumplir con los estándares del consorcio. La firma entrará a un segmento que consideran atractivo e interesante, pues además del nado con delfines el acuario es un valor agregado, y por lo mismo la inversión para la remodelación se centrará en hacerlo más vistoso y completo.

La nueva propiedad se suma a las locaciones de Vía Delphi en Riviera Maya, Xcaret, Xel-Há y el que próximamente se reabrirá en el nuevo Hyatt, en el corazón de la Zona Hotelera.

Literal… en las nubes

Aunque será sin duda una invitación única, quizá romántica y más que atractiva para los amantes de la comida gourmet, el proyecto que se cocina para sumarlo a la lista de actividades en Cancún será literalmente un paseo por las nubes, pero toda una hazaña o proeza para la mayoría de los mortales.

Y es que la degustación se hará en los cielos. La franquicia europea Dinner in the Sky, que ya tiene presencia en Teotihuacán con las pirámides del Sol y la Luna como testigos, pretende abrir al menos 10 puntos de venta en México con una inversión de más de 60 mdp, lo que se perfila como un atractivo recreativo-turístico-culinario de gran altura.

Para el consorcio belga, que comenzó con este proyecto desde el 2006 y tiene ahora presencia en más de 45 países, se trata del impulso del “negocio emocional”, y para  lograrlo brindan un concepto de comida gourmet que se sirve en un comedor diseñado para elevarse unos 45 metros del piso a través de una grúa mecánica, y es en las alturas donde los comensales, 22 para ser exactos, disfrutan de sus alimentos y bebidas.

El diseño de la estructura, que a decir de los promotores cumple con estándares internacionales de seguridad, incluye una amplia mesa y alrededor asientos estilo Fórmula Uno, todos con su respectivo arnés, pero con la movilidad necesaria para disfrutar una vista de 360 grados, que se acompaña de un menú de prestigiados chefs y bebidas. Todo un agasajo para los expertos sibaritas y quienes se atrevan al gran reto, pues además de buen diente es preciso demostrar, en este caso en particular, dotes de atrevimiento.

La segunda locación se prevé para Los Cabos y ya después seguirán Cancún y  varias ciudades del interior, hasta completar el reto, que para quienes estén interesados cada franquicia tiene un costo de seis millones de pesos.