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En busca de la calle perdida

por Latitud21 Redacción

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Déficit de 13 mil piezas de nomenclatura y seis señales de tránsito hacen de Cancún un laberinto

Dar con una dirección siguiendo el santo y seña de las calles puede resultar una  travesía en Cancún. La ausencia de nomenclatura en algunas zonas, el mal estado de otras tantas, aunado a la confusa y también carente señalización de tránsito dejan a los conductores a merced de su sentido de orientación y del tradicional refrán: preguntando se llega a Roma.

En Cancún hay un déficit de 13 mil letreros, de acuerdo con Max Vega Tato, al frente de la ONG Ciudadanet, y quien en 2007 como candidato a la presidencia municipal de Benito Juárez desarrolló una campaña de instalación de postes para identificar varias regiones. Su propuesta surgió después de un incidente en el que no pudo llegar a tiempo a una plática debido a la falta de nomenclatura en la Región 100.

De allí que el proyecto inició justamente en esa zona y se extendió hasta las regiones 200, 300 y 500. También recibieron solicitudes de los habitantes de la colonia Lombardo Toledano en donde se instalaron 80 placas; en total han sido mil 500 letreros colocados a la fecha.

“Tuvimos varios experimentos antes de llegar a las placas que tenemos ahora elaboradas en una base plana reciclable y que son pegadas a la pared, le ponemos un vinil autoadherible, al que agregamos filtro solar, con un costo promedio de 150 pesos; a este precio se podría cubrir el déficit de 13 mil letreros con apenas dos millones de pesos”, comenta Vega Tato.

Agrega que lo más grave es que no está claro cuál de las dependencias del Ayuntamiento de Benito Juárez se tiene que hacer cargo de esta labor. “Ni ellos saben, se echan la bolita entre Desarrollo Urbano, Tránsito, Catastro y Servicios Públicos”, asegura.

En efecto, el proceso para identificar una calle no está del todo definido, ya que es una labor compartida entre varias dependencias, explica el regidor Marcelo Rueda, presidente de la Comisión de Reglamentación y de Fortalecimiento Municipal y quien estuvo a cargo del proyecto de reglamento de nomenclatura aprobado por el Cabildo en julio de 2012.

Con el nuevo reglamento se pone fin al libre albedrío que existía al momento de decidir el nombre de la calle, o el otorgamiento de concesiones hechas a modo.

“Con el nuevo reglamento derogamos varios artículos y mejoramos las bases para impedir entre otras cosas que nuestras calles tengan nombres de políticos que aún viven, o que se entreguen concesiones a modo. También al introducir la figura de la donación de placas con publicidad de la empresa que la otorga obligamos a las empresas concesionadas a cumplir cabalmente con la instalación de los postes, porque sucedía que dejaban en el abandono a las zonas donde no les era rentable colocar su publicidad”, agrega.

En adelante la actividad cobra rango de Servicio Público,  y será el Cabildo y no un comité el que autorice características como nombre de la calle, lugar y estética del letrero, etc. Sin precisar una cantidad, ya que se está a la espera de un dictamen técnico, el regidor asegura que el 50% de la ciudad no tiene una adecuada identificación de sus calles.

Sobre a quién corresponde la nomenclatura, el regidor comenta: “No lo tengo tan perfectamente claro, antes el área técnica era Desarrollo Urbano y la que instalaba era Catastro, puede que haya cambios y que intervengan varias áreas, tanto para la elaboración de la nomenclatura como para su instalación, eso habría que establecerse desde el área administrativa”.

En cuanto a las señales de tránsito, el déficit es de seis mil piezas, de acuerdo con el director de Tránsito Municipal, Amílcar Alonso. “Un alto porcentaje están  grafiteados o con calcomanías de las bandas, otros se han dañado con el clima y existen los de los nuevos fraccionamientos en donde no se han colocado. Su costo varía dependiendo del tipo, los más baratos son los referentes a No estacionarse y Alto, que cuesta cada uno mil 600 pesos. La ciudadanía puede solicitar la instalación de un señalamiento de tránsito, se estudia y vemos la necesidad del anuncio, pero no quiere decir que se instale”, finaliza. (Ángela Paredes)

 

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