Diecisiete millones de votantes y la crisis mundial

por Latitud21 Redacción

Esfera Pública Marco V. Herrera

Este es gran momento de reflexión mundial; si a alguien le quedaba duda de lo que significa la globalización y sus efectos este es el mejor ejemplo, 17 millones de británicos defendiendo una causa local pusieron a temblar al mundo.

El mundo dio un giro de una manera sorpresiva y vertiginosa, de pronto amanecemos con la noticia de que Reino Unido se separará de la Unión Europea, y de alguna manera esto representa un crecimiento de los movimientos nacionalistas en varios países europeos, como Francia, Austria, Suecia y Dinamarca, y en algunos casos puede llegar hasta Holanda y Grecia. Las bolsas caen, el petróleo baja, se ve una volatilidad financiera en todo el mundo.

El mundo empezará a sufrir de dos efectos: el de gelatina y el de la cucaracha. El primero se entiende cuando damos un golpe al centro de una gelatina y la fuerza se reparte en ondas hacia afuera de manera concéntrica; los efectos irán siendo lentos pero secuenciales y pondrán a temblar primero a la Unión Europea y poco a poco seguirá la onda expansiva al resto del mundo en todas sus ópticas: la social, la económica y, por supuesto, la política.

El segundo efecto, el de cucaracha, se representa cuando se fumiga en un lugar para contrarrestar una plaga de cucarachas y estas corren hacia todos lados para ponerse a salvo; instituciones financieras y empresas mundiales al conocer los resultados ya están previendo sacar  inversiones y corporativos del Reino Unido.

Hay otros dos impactos de los que habría que esperar resultados, uno es el impacto al interior de  Reino Unido, específicamente las Islas Británicas, ¿qué pasará internamente con Escocia e Irlanda? El otro es la posición que Reino Unido tomará con Estados Unidos, su eterno aliado, que está en transición presidencial y en donde Trump representa el nacionalismo americano. El mundo estará en vilo a partir de ahora y hasta que sepamos la decisión de los electores de los Estados Unidos.

Por el momento solo preguntas se plantean en el escenario: ¿Se estará con esto creando el principio del famoso nuevo orden mundial? ¿Estaremos viendo que estos movimientos nacionalistas irremediablemente abrirán a la larga un nuevo frente de guerra, como ha sido tradición en Europa? ¿Qué pasará con el problema de inseguridad, terrorismo y las grandes migraciones? ¿Qué posición tomará Rusia, China y el resto del mundo asiático? ¿Qué impactos secundarios tendrá esta medida en el resto de las economías mundiales? Y finalmente, ¿cómo nos afectará aquí en México, solo por las presiones cambiarias?

Momento histórico, no cabe duda.