Al borde del ataque

por Redacción

De no renovarse los beneficios arancelarios de región fronteriza Q. Roo perdería el gran atractivo para las compras, con un incremento de precios de hasta 20%

El nerviosismo del sector empresarial de Quintana Roo, el estado turístico más importante del país, es justificable, pues de no haber renovación del decreto por el que se establece el impuesto general de importación para la región fronteriza, cuya vigencia termina el 31 de diciembre próximo,  ocasionaría el incremento en productos de  alto consumo en la entidad  hasta en un 20 por ciento.

Y es que dicho decreto, que en las últimas décadas se prorrogó ya en tres ocasiones (1998, 2002 y 2008), concede una tasa arancelaria preferencial del cero hasta el cinco por ciento a la importación de productos relacionados con equipamiento, construcción e insumos dentro de la operación de establecimientos comerciales, hoteleros y restaurantes, para hacer más competitivas a las zonas en las que se aplica la medida.

Además de estos beneficios se incluyen otros de igual o mayor importancia,  como son los no arancelarios, y se refieren a la excepción o aplicación de esquemas simplificados en los temas de Normas Oficiales Mexicanas, certificados de origen y etiquetado de los productos, entre otros.

El ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, en su calidad de jefe del Ejecutivo, renovó por última vez el decreto, que entró en vigor el 1 de enero de 2009  y concluye en diciembre próximo, con el propósito de mantener el desarrollo de las actividades comerciales y de servicios en la franja fronteriza norte y los sitios que comprende la región fronteriza.

Luis García Silva, delegado de la Secretaría de Economía (SE) en Quintana Roo, explicó que el tema ya está sobre la mesa y en conjunto con representantes del sector empresarial y turístico se elaboró una propuesta en la que se establece la importancia de renovar en el estado al menos  mil 100 fracciones arancelarias de las ya existentes en el decreto y la adición de 80 nuevas, que consideran necesario incluir en el documento.

Comentó que en la última renovación (2008) se tenían más de mil 734 fracciones, y como parte del proceso algunas se subdividieron para tener una mejor clasificación, dando como resultado más de mil 900 fracciones arancelarias, que incluyen productos como perfumes, bisutería, joyería, relojes, alimentos, artículos para la construcción, entre muchos otros.

Apuntó que en las zonas de la franja y región fronteriza se ve una diferencia de entre 10 a 15%  en el costo de productos en relación con el resto del país, “lo que significa que en caso de no haber renovación, el precio de los productos en Quintana Roo al amparo del decreto tendría un incremento en el mercado de entre un 10 y 15%, e incluso hasta un 20%, como en el caso de los perfumes”.

Finalmente, consideró a título personal “que hay amplias posibilidades de que se renueve dicho decreto y que, como sucedió en anteriores ocasiones, al menos 60 a 15 días previos al vencimiento del decreto se publique uno nuevo por parte del Ejecutivo.

Actividad en riesgo

El fin del decreto de región fronteriza que hasta ahora se aplica en varios estados del país, entre ellos Quintana Roo, sería para el sector aduanero de Cancún un “golpe fuerte”, que incluso podría provocar el cierre de las agencias aduanales que operan en este centro vacacional, aseguró Rodolfo Oneto Toussaint, presidente de la Asociación de Agentes Aduanales de Cancún.

Este régimen que da a la entidad beneficios de tasa arancelaria para la importación de diversos productos –explicó- permite una participación activa de los asociados, pues “el destino tiene una vocación de importador, no gozamos de un comercio exterior y nosotros somos intermediarios para el ingreso de diversos productos que llegan a la entidad”.

Agregó que al no haber privilegios arancelarios, los importadores podrían recurrir a cualquier agencia de las que operan en el interior del país, como Laredo, Manzanillo o Veracruz, que son más grandes, y daría lo mismo al ya no tener Quintana Roo ningún privilegio.

Sectores atentos 

La presidenta de la Asociación de Proveedores de Quintana Roo (APQ), Camila Zambrano, afirmó que el impacto sería considerable para la entidad y el sector empresarial en su conjunto, restándole competitividad al destino al ser los productos desgravados que ingresan a la entidad de alta demanda y estar vinculados con la dinámica turística. Al menos se verían afectados el 20% de los socios proveedores, que son los que participan en importación.

“Si se elimina el arancel preferencial se presentaría una escalada en los  precios de diversos productos y artículos, cuando es precisamente esta distinción la que inclusive permite incentivar el turismo a través del club de productos, y en este caso especial el segmento de compras”, señala Zambrano.

Roberto Cintrón Díaz del Castillo, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, reconoció que el fin del decreto restaría competitividad al estado y sus destinos, pues supondría un incremento considerable al costo de los productos de importación que se ofrecen a los visitantes.

Por tal motivo dijo que apoyan la petición de renovación del decreto de importación y formarían junto con el Consejo Coordinador Empresarial del Caribe (CCE) un frente común para respaldar la propuesta.

Para el sector inmobiliario del estado, que apenas reporta una ligera mejoría, el fin de la disposición significaría un incremento de hasta un 10% en el precio de los bienes inmuebles, debido al aumento en el costo de los materiales para la construcción, aseguró Ana Beatriz Muñoz, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) en Cancún.

Apuntó que la recuperación del sector es paulatina y “un aumento en el precio de los materiales de construcción afectaría este proceso, aunque no detendría las ventas”.